Bangkok, su capital

Capital política, económica, cultural, gastronómica y espiritual, hacen de Bangkok un lugar imprescindible a visitar en Tailandia. Es una de esas ciudades que hay que visitar al menos una vez en la vida, está llena de contrastes, es caótica y con mucho bullicio, donde se mezcla la tradición con la modernidad. Tiene un encanto peculiar por su arquitectura, el colorido de sus canales y la exuberancia tropical de sus parques y jardines. Piérdete en sus templos, mercadillos, toma una copa en cualquiera de sus roof top y disfruta de su dinamismo. En Bangkok es imposible aburrirse, encontrarás siempre qué hacer, sean cuales sean tus gustos.

Patrimonio histórico y cultural

En Tailandia encontrarás una cultura ancestral que ha dejado un importante legado. Las ruinas de sus antiguas capitales como Ayutthaya o Sukhothai son solo algunos de los ejemplos de la riqueza de su patrimonio histórico. Debido a que ha sido el único país en la zona que nunca fue colonizado, ha sabido conservar su identidad, sus tradiciones y cultura propia.

Islas y playas paradisíacas

Sus islas y playas paradisiacas son una de las principales razones por las que Tailandia es uno de los lugares más visitados del mundo. El país ofrece un largo litoral, donde poder disfrutar de las mejores playas de todo el sudeste asiático … en el Golfo de Tailandia o en el Mar de Andamán, la costa y las islas son auténticos paraísos. En el Mar de Andamán encontrarás largas playas o pequeñas calas mecidas por cristalinas aguas de color esmeralda que invitan a la ensoñación y relax, parques nacionales marinos en Phuket o Krabi. En el Golfo de Tailandia descubre el archipiélago de Koh Samui, integrado por 80 islas, con playas de arena suave, plantaciones de cocoteros, aguas de color turquesa, un delicioso marisco fresco y una animada vida nocturna.

Las llanuras centrales

El arroz en Tailandia no es sólo el alimento más importante de su dieta, sino que además es el principal producto de exportación. Las llanuras centrales de Tailandia son su “despensa”, pero además encontrarás ciudades como Sukhothai, la capital mítica del primer imperio thai, que esconde en la ciudad antigua las ruinas de unos veinte templos y monasterios o Phitsanulok.

El exótico norte

Zonas de montaña y tradición, de tribus y elefantes, del Triángulo de Oro con el Mekong ejerciendo de frontera natural de un trío de ases: Tailandia, Laos y Myanmar. La región norte, es sin dudarlo, la zona más interesante del país, por su riqueza natural, cultural e histórica, muy superior al resto de Tailandia. En esta zona se preservan los valores tradicionales del pueblo thai, incluso sus selvas están habitadas por diferentes tribus.

Mercados

La capital de Tailandia es famosa por sus mercados, que podrás encontrar en sus calles, canales e inclusive ¡hasta en las vías de un tren! En ellos es posible comprar frutas, verduras y elementos varios para el hogar. Pero no sólo los encontrarás en Bangkok, podrás disfrutar de esta experiencia, a la que no puedes renunciar, a lo largo y ancho del país.

Gastronomía

La reputación de la cocina tailandesa es conocida en todo el mundo, es una de las más exquisitas y delicadas. Las diversas especialidades tailandesas son una mezcla equilibrada de los cuatro sabores básicos de su gastronomía: dulce, amargo, salado y agrio. A los thais les gusta la comida picante, bien condimentada, donde lo que llaman “prik Kee un” (chiles de los que usan una media docena a cada cual más picante) es protagonista destacado en su cocina. Además del chile, el cilantro, el ajo, la albahaca y una salsa de pescado llamada “nam pla” también contribuyen a la sabrosa gastronomía nacional.

La amabilidad thai

Si Tailandia se reconoce a nivel mundial por ser el País de la Sonrisa, es por algo … Los tailandeses son gente sociable y extrovertida, sumamente amables y acogen a todo el mundo. Sanuk es la palabra tailandesa para referirse a la diversión e inclusive el trabajo debe tener este elemento. Son familiares, cercanos, y desde niños se les enseña a tratar con el mayor respeto a sus mayores. Cuando te reciban te tratarán desde el minuto cero como si fueras de su propia familia.