Cuzco
Amazonia
Cartagena de Indias
Cienfuegos
Teotihuacán
Machu Picchu
no puedes perderte
MACHU PICCHU
El 24 de julio de 1911, un profesor de historia de la universidad de Yale llamado Hiram Bingham, llegó a una cima en el valle del Urubamba que parecía una jungla tropical. Pero pronto empezaría a divisar edificios y muros de granito —magistralmente engarzados y sin ningún tipo de amalgama— entre la tupida vegetación formada por el paso de los siglos. Lo que había encontrado Bingham fue el Santuario histórico de Machu Picchu, las ruinas más importantes jamás descubiertas en América del Sur desde los tiempos de la Conquista.
Teotihuacán
El nombre de Teotihuacán proviene de la antigua lengua náhuatl y significa “lugar donde los hombres se convierten en dioses”. Este asombroso lugar, Patrimonio de la Humanidad, y que en su época de máximo esplendor llegó a tener una extensión de más de 20 km2, fue una de las mayores y más importantes ciudades prehispánicas de Mesoamérica. La Calzada de los Muertos, el Templo de Quetzalcóatl o las pirámides del Sol y de la Luna, son algunos de sus principales atractivos.
Cienfuegos
Cienfuegos es, sin duda, una de las ciudades más hermosas de Cuba. Conocida como la Perla del Sur, una canción del popular cantautor Benny Moré la inmortalizó en sus letras como “la ciudad que más me gusta a mí”. No en vano esta ciudad Patrimonio de la Humanidad ha seducido durante mucho tiempo a los viajeros de toda la isla con su elegancia, aires franceses y su espíritu caribeño. Si Cuba tiene un París, definitivamente es éste.
Cuzco
Ubicada en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, a 3.400 metros de altura, Cuzco —Qosqo o Qusqu en quechua— era considerada el ombligo del mundo o centro del universo para los incas. Otrora corazón del Imperio Incaico y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú, hoy es la indiscutible capital arqueológica de las Américas y la puerta de entrada a Machu Picchu. Su catedral, máxima expresión del sincretismo, sus iglesias neoclásicas y barrocas, sus plazas y palacios fastuosos, universidades y callejuelas donde el tiempo parece haberse detenido, son algunos de los atractivos de una de las ciudades más hermosas y mágicas de América que estás muy cerca de descubrir. No puedes perderte la festividad del Inti Raymi que se celebra cada 24 de junio en honor al dios sol.
¡Allin hamusqan kay!
Amazonia
La Amazonia, en su conjunto, es el bosque tropical con mayor biodiversidad y más extenso del planeta con una extensión aproximada de 7.000.000 de km2, repartidos entre nueve países: Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Guyana, Venezuela, Surinam, Guyana Francesa y Ecuador. ¿Y qué viajero enamorado de lugares salvajes no ha imaginado alguna vez en su vida una aventura en la Amazonia, no solo para admirar la naturaleza y fauna salvaje, sino para adentrarse, en un sentido real, en el manantial de la vida del planeta? Si eres uno de esos en busca de reconectarte con los ciclos naturales, no hay mejor lugar en el mundo para hacerlo. Aquí te esperan lugares sorprendentes, personas extraordinarias y emociones tan sencillas como únicas que te marcarán de por vida: desde navegar en canoa por un bosque inundado, a dormir en un refugio en la copa de un árbol y despertarte por los escandalosos monos aulladores, o dar un paseo nocturno para observar animales increíbles, y surcar el Amazonas río arriba mientras el sol se duerme lentamente… estas pequeñas cosas son las que solo se pueden vivir aquí y que hacen que este lugar sea tan mágico e irrepetible.
Cartagena de Indias
Cualquier viaje que se precie por Colombia, debe incluir una visita a esta fascinante ciudad colonial. Situada a orillas del mar Caribe, sus playas paradisíacas, su riqueza cultural y gastronómica, la calidez de su gente y la sabrosura con la que se gozan las cálidas noches tropicales te embelesarán. Y es que deambular por su Centro Histórico es como adentrarse en una novela de García Márquez, como atrasar las manecillas del Reloj de la Torre cuatro siglos y descubrir fascinantes tesoros en un laberinto de callejuelas repleto de casonas coloniales con balcones de tonos pastel y coloridas buganvillas. Cartagena es mágica, huele a canela, a cocadas, a bolitas de ajonjolí, a bocaditos de la reina y a las panelitas que venden las risueñas palenqueras que son parte del paisaje cartagenero. Un espectáculo para los sentidos. Y como dice la canción de Carlos Vives…
¡Que viva Cartagena, la fantástica!