Al norte de la ciudad de Mérida, en la península de Yucatán, como surgidas de un lugar hechizado, se hallan las ruinas de Chichén Itzá —en lengua maya, la ciudad al borde del pozo de los Itzáes—, una de las ciudades más hermosas y mejor preservadas de la enigmática civilización maya, hoy símbolo de identidad indígena y nacional. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988, Chichén Itzá fue un importante centro ceremonial maya del periodo clásico, fruto de la influencia de los distintos pueblos que lo ocuparon e impulsaron desde su fundación. Entre sus icónicas construcciones, destacan tres grandes edificaciones: la pirámide escalonada llamada El Castillo o Pirámide de Kukulcán, El Caracol y el Templo de los Guerreros, junto al que se encuentra el bosque de las Mil Columnas. Si tienes planeado visitar México durante los equinoccios de primavera u otoño, te interesará saber que el sol de la mañana y de la tarde crea una ilusión del cuerpo de una serpiente deslizándose lentamente por la escalera norte de El Castillo, que para los mayas representaba la unión de los cielos con el mundo de los vivos y el Xibalbá —o inframundo—, y que marcaba la llegada de la nueva estación.

¡Un momento mágico cargado de energía y que perdurará por siempre en tu retina!

¿Quiénes las hicieron? ¿Por qué fueron construidas? ¿Cuál era su función? ¿Para quién se hicieron? Desde su descubrimiento en 1927 por los arqueólogos peruanos Julio César Tello y Toribio Mejía Xesspe, las líneas de Nazca y geoglifos de Pampas de Jumana —o simplemente líneas de Nazca— son un misterio arqueológico con siglos de historia que aún hoy sigue sin resolverse y que han dado lugar a todo tipo de teorías sobre su origen, desde lugares de culto a dioses ancestrales, pasando por complejos sistemas de regadío, hasta pistas de aterrizaje para formas de vida extraterrestre. Sea como fuere, lo cierto es que estos antiguos geoglifos ubicados en pleno desierto de Nazca y Patrimonio de la Humanidad desde 1994, están compuestos por centenares de figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que solo pueden apreciarse en todo su esplendor a vista de pájaro. A través de este inolvidable sobrevuelo podrás vislumbrar las figuras más importantes como el colibrí, el mono, la araña, el astronauta, la ballena o el cóndor, entre otras.