¿Por qué japón?
Conocido como “El Imperio del Sol Naciente”, es un archipiélago que se extiende a lo largo de unos 3.500 Km. Contemplar el Monte Fuji, ensimismarse con las luces de Tokio, explorar los templos de Kioto, dormir en un ryokan y relajarse en un onsen, descubrir el silencio y la paz de la naturaleza mientras recorres el camino de Kumano que está hermanado con el camino de Santiago o degustar su variada gastronomía en el país que cuenta con más estrellas Michelín del mundo, son solo unos ejemplos de lo que Japón puede ofrecerte.
Tokyo, la capital
Aguas termales
Festivales y eventos
Gastronomía
Patrimonio mundial
Sakura o cerezos en flor y Momiji u hojas coloridas
Compras
La hospitalidad japonesa
Tokyo, la capital
Se trata de una gigantesca metrópolis, ordenada, segura y limpia, repleta de santuarios, templos, jardines, mercados callejeros, placeres gastronómicos, museos, galerías de arte y en especial alta tecnología. El Palacio Imperial, el Templo del Emperador y el Templo de Asakusa Kannon son sus mayores atractivos.
Patrimonio mundial
Japón cuenta hasta con 22 lugares nombrados Patrimonio Mundial por la UNESCO, entre los que se incluyen castillos, un gran Parque Nacional y pueblos históricos. Descubre los templos de Kioto, Nara y Nikko en el centro del país, el santuario flotante de Itsukushima, en la prefectura de Hiroshima, el Castillo Himeji o los empinados techos de paja de la aldea de Shirakawa-go, en los Alpes japoneses, y como no, el Monte Fuji, lugar más emblemático del país.
Aguas termales
El pueblo japonés adora los Onsen o aguas termales y han desarrollado una cultura particular de tratamientos termales y baños desde tiempos remotos. En Japón, se considera bañarse es una forma de limpiar tanto el cuerpo como el espíritu y hacerlo viene con su propio conjunto de reglas, costumbres y etiqueta, desde qué llevar hasta qué ponerse o quitarse.
Consulta aquí
el protocolo Onsen
Sakura o cerezos en flor y Momiji u hojas coloridas
La palabra sakura, en japonés, hace referencia tanto a la flor del cerezo como al árbol del cerezo. Si tienes la suerte de viajar a Japón durante las fechas de la floración (normalmente en los meses de marzo y abril) disfrutarás de uno de los espectáculos más bellos del mundo. El Momiji recorre el camino inverso al Sakura, cubre todo el país avanzando de norte a sur. Es una de las imágenes más bellas y típicas del otoño en Japón, si viajas en octubre o noviembre, asistirás a todo un espectáculo de la naturaleza que te regala un caleidoscopio de colores del verde intenso al rojo, pasando por diversas tonalidades de amarillo y naranja.
Festivales y eventos
Los matsuri o festivales son parte de la cultura japonesa y los hay de todos los tipos, desde los más tranquilos hasta los más multitudinarios. Se suelen celebrar en templos y santuarios y los participantes van vestidos con coloridos trajes y transportan pesados pasos o capillas portátiles o carrozas, como en el Festival de Takayama.
Compras
Te será complicado resistirte a la tentación de llevarte algún recuerdo entre la gran oferta que va desde excelentes variedades de sake y preciadas piezas artesanas de porcelana hasta lo último en moda y tecnología. En Tokyo podrás descubrir una de las calles comerciales más antiguas de Japón, Nakamise-dori, junto al templo Sensoji, la ropa urbana más de moda en Harajuku y una amplia oferta de galerías de arte y boutiques de alta costura en Roppongi.
Gastronomía
En Japón, comer y beber es un arte. No olvides usar los palillos y sumérgete en un viaje culinario en el que podrás probar desde sushi o ramen o la excelente y famosa carne de Kobe. Si bien el sushi es el plato más popular del país, Japón ofrece una gran variedad de carnes y alternativas vegetarianas. Degusta un sake local o una cerveza japonesa. Solo en Tokyo hay 234 restaurantes con estrella michelín, más que ninguna otra ciudad. Explora, descubre, degusta y disfruta.
La hospitalidad japonesa
Sentirás la hospitalidad u “omotenashi” en japonés, en muchos detalles de tu viaje a Japón, en los hoteles o ryokanes, en los onsen, en las tiendas y restaurantes e incluso por la calle. La hospitalidad japonesa es el resultado del culto al servicio para asegurar el respeto mutuo, es la educación elevada a su máxima potencia, la mezcla del culto a las formas y el deseo de mantener la armonía social.
Protocolo Onsen
Los Onsen son baños de aguas termales de origen volcánico que se encuentran por todo el país. La calidad del agua suele ser muy buena y rica en minerales y la temperatura suele rondar los 40ºC. Para los japoneses los Onsen son lo que para nosotros los balnearios, aunque con la diferencia de que para ellos son parte integrante de su cultura.
Existen varios tipos de Onsen: naturales o artificiales, exteriores e interiores. En general, los más recomendables son los exteriores, puesto que mientras que el cuerpo está caliente, la cabeza sigue a temperatura ambiente y no se produce la sensación de somnolencia del calor. Lo habitual es que los Onsen suelan estar separados por sexos, aunque también los hay para parejas y familias.
El protocolo y las reglas que se deben respetar son sencillas pero importantes de conocer:
Es necesario dejar toda la ropa y pertenencias en taquillas disponibles normalmente en la zona de vestuarios. En el caso de los Onsen situados en los hoteles o ryokanes, es habitual que el hotel cuente con yukatas (batas estilo japonés) disponibles para los huéspedes y es común que se utilice esta prenda para acceder a la parte previa al acceso a los baños.
En los baños no se admite ninguna prenda de ropa, incluyendo bañador o ropa interior.
Antes de meterse en los baños es fundamental ducharse y lavarse previamente en las duchas disponibles que cuentan con gel y champú. Es importante recordar que en la cultura el baño se disfruta a modo de relajación previa limpieza del cuerpo.
Como sitio de relajación, en los baños no se permite saltar ni tirarse dentro como en las piscinas.
En caso de tener tatuajes y dado que estos no son comunes ni están bien vistos en la cultura japonesa, es recomendable que los cubras con una gasa o apósito.