El lujo en los resorts caribeños
...es poder ver desde la terraza de tu habitación un amanecer o una puesta de sol sobre el mar,
...es poder refrescarte en la piscina privada de tu suite y tomarte después tu bebida preferida,
...es disfrutar de una confortable suite decorada sobriamente con muebles confeccionados artesanalmente con madera y piedra y disponer de un colchón de última generación y la última tecnología en domótica.
Aquellas cosas que a comienzos de siglo nos parecían lujosas, como degustar langosta incluida en el menú o disponer de una habitación con jacuzzi, hoy nos parece banal y ha perdido el encanto.
El lujo no está en la langosta, sino en cómo nos la sirven.
El lujo no es un jacuzzi y el derroche de cientos de litros de agua, sino una amplia ducha de lluvia doble con las amenidades de nuestra marca favorita.
El lujo no es que nos pongan una pulsera para consumir de todo, sino que no nos la pongan y podamos elegir lo que queremos y lo tengan.
El lujo no es el exceso, sino la exclusividad de cuidar los detalles importantes, la calidad y el trato que nos hace sentirnos confortables: pasar del all inclusive al all exclusive.